Intro

¿Cómo podemos ser productivos cuando estamos trabajando bajo presión?

Como desarrollador de software ya habrás sufrido alguna que otra vez el estrés y la presión provocados por la prisa por tener el trabajo terminado.

Entregas con plazos muy ajustados e imprevistos que te ocasionan grandes desvíos en la planificación. Bugs reportados de producción que hay que corregir en poco tiempo y con pocos recursos.

En estas situaciones es cuando debemos tener un pensamiento claro y una actitud relajada para ser eficientes y productivos. Y sin embargo suele ocurrir justo lo contrario, perdiendo productividad justo cuando es más necesaria.

Trabajando bajo presión

Puedes responder de varias formas ante una situación de presión en tu trabajo.

Puedes ignorar esta presión y no tomar ninguna acción correctiva. Comportarte como si no fuera contigo.

O puedes dejarte arrastrar por esta presión y entonces tu potencial disminuirá drásticamente.

O puedes observar y aceptar esta presión tal y como se exprese en cada momento y seguir trabajando con tu máximo potencial.

Ninguna de estas respuestas te asegurará el éxito. Sin embargo, la última tiene mayor probabilidad de lograrlo y te posiciona en un lugar muy ventajoso y libre de culpabilidad.

Pero, ¿cómo logras aceptar esta presión para que no te afecte y poder seguir trabajando al máximo? Necesitas tomar refugio en un espacio de quietud. Llevar tu mente a ese espacio y desde allí seguir trabajando, aislándote de la presión externa.

Con la técnica del zhan zhuang puedes construir este espacio de quietud.

Técnica del zhan zhuang

La técnica del zhan zhuang considera varias posturas estáticas de pie mantenidas durante bastante tiempo con el cuerpo relajado. El objetivo es que la energía fluya libremente por todo el cuerpo y mantener en calma la mente.

La postura que he practicado en los últimos meses es la postura número dos.

Los pies están en paralelo y separados una anchura similar a los hombros.

Las rodillas se tienen ligeramente flexionadas para abrir el punto energético que se sitúa por debajo del ombligo y en la parte posterior de la espalda, metiendo la cadera hacia adelante.

La espina dorsal debe estar alineada verticalmente.

La cabeza permanece sostenida y ligeramente inclinada hacia abajo.

Los brazos se mantienen hacia adelante y abiertos como si sostuvieras una gran pelota, manteniendo las manos a la altura de los hombros.

Hay muchos más detalles técnicos pero estos son los básicos para que puedas visualizarla.

La técnica consiste básicamente en mantener esta postura durante un mínimo de 30 minutos, respirar con el vientre, centrar tu atención en el tan tien y relajando al máximo todos los músculos y tendones. La práctica debe ser continuada en el tiempo. Si es a diario, mejor.

Al principio el cuerpo se quejará en partes que antes ni siquiera habías sabido de su existencia. Según continuas con la práctica, las articulaciones, tendones y músculos se fortalecerán. El dolor irá disminuyendo.

Después, será el turno de la mente. No querrá permanecer enfocada en la respiración durante tanto tiempo e intentará divagar. Pero tampoco durante mucho tiempo porque tendrás que mantenerte en pie ...

Persevera en tu práctica y poco a poco la mente se focalizará y podrás sentir la energía en tu cuerpo. La perseverancia se logra perseverando, manteniendo la práctica diaria.

Si mantienes durante unos meses tu práctica lograrás algo de valor incalculable. Habrás creado un espacio de paz, quietud mental y relajación corporal al que tu conciencia podrá volver y tomar refugio cuando en tu día a día encuentres dificultades.

También hay muchos beneficios físicos que se aprecian al practicar zhan zhuang.

Espacio de quietud

Cuando te encuentres ante una situación de presión en tu vida, calma tu respiración, relaja tu cuerpo como cuando practicas zhan zhuang y lleva tu conciencia al espacio de quietud.

De repente notas que tu mente se calma y tu conciencia se expande. Tu cuerpo se relaja y se alinea.

Puedes sentir como la energía fluye por tu cuerpo relajado. Puedes sentir ansiedad en zonas de tu cuerpo y como la energía se estanca. Sigue relajándote.

Ahora puedes seguir trabajando con todo tu potencial.

Con la práctica diaria de zhan zhuang experimentarás más y más ese espacio de quietud y silencio. No es que pienses sobre ese espacio, sino que lo vives. A partir de esa vivencia, otorgarás a este espacio cada vez más un mayor valor.

La vuelta de tu mente a ese espacio cuando lo requieras en tu dia a dia es instantánea. No necesitas nada externo a ti.

Pero ten cuidado con no apegarte a este espacio de quietud y querer permanecer en él a toda costa siempre. No evites los conflictos y confrontaciones en tu vida. Vívelas, lúchalas si decides entrar en la batalla, disfrútalas y busca refugio en tu espacio de quietud cuando lo necesites.

Un practicante de wing tsun sabe que no puede anticipar su respuesta a ningún ataque de su adversario. Debe adaptarse a cada golpe. Su respuesta debe fluir según ocurra el contacto físico, manteniendo su estructura corporal y zona perimetral de seguridad.

Lo mismo ocurre con los conflictos y confrontaciones verbales. Libra la batalla manteniéndote estable y relajado, como cuando practicas zhan zhuang o wing tsun. No des ventaja a tu adversario haciendo visible tu inestabilidad.

La rigidez corporal influye en tu pensamiento volviéndolo también rígido. Identifica qué patrones de pensamiento no te aportan otra cosa más que rigidez. Rómpelos, no te apegues a ellos. Observa si cuando tienes rigidez mental tu cuerpo está rígido. Relájalo y mira a ver como cambia tu pensamiento.

Tierra y aire

Zhan zhuang te aporta otro gran beneficio: te da tierra, solidez. Al estar tanto tiempo de pie inmóvil tu musculatura inferior se fortalece. Sientes durante mucho tiempo el peso de tu cuerpo sobre los pies y como circula la energía desde la Tierra hacia tus pies y en sentido inverso.

La quietud aporta solidez y el elemento tierra se refuerza. La expresión “con los pies en la tierra” tiene su porqué.

Si eres desarrollador de software posiblemente tu elemento más poderoso sea el aire. Este elemento aporta buenas cualidades para nuestra profesión. Maravillosas y creativas ideas vienen a nuestra cabeza. Pero estas ideas hay que “aterrizarlas”, demostrando su viabilidad y practicidad.

Necesitamos equilibrar el aire con la tierra.

Cuando estamos absortos codificando una feature en nuestro producto el elemento aire es quien gobierna esta actividad. Luego continuas codificando los tests unitarios y de integración. Ahora es el elemento tierra quien entra en acción. Ha llegado el momento de demostrar si tu idea codificada es apropiada. Debes ser honesto y tirar tu idea si no pasa los tests. Y esto te costará si te identificas con esta idea. Elimina tu importancia personal. Esto te permitirá ir más ligero.

No estoy diciendo que el aire sea algo negativo y la tierra algo positivo. Necesitas un equilibrio entre ambos. Si tienes mucha tierra y poco aire no te vendrán nuevas ideas para resolver los problemas. Te anclarás a lo que conoces y no querrás cambiar ni moverte.

Perseverancia y foco

Zhan zhuang te obliga a entrenar la perseverancia. Un mínimo de 30 minutos por cada sesión si estás empezando hasta varias horas si eres un practicante avanzado. Y a esto hay que sumar el efecto acumulado de la práctica diaria durante meses y años.

La perseverancia y la quietud chocan con el ritmo frenético y cambiante de hoy en día. Es una buena práctica para equilibrar este ritmo tan poco natural.

Estás codificando una parte complicada del producto y no das con la solución. Te surge el impulso de pasar a otra parte más fácil. Ahora es cuando tu entrenamiento en perseverar te da suficiente energía y poder como para seguir codificando esa parte complicada.

Este impulso de no permanecer en lo que estás haciendo ya lo has vivido muchas veces durante las sesiones de zhan zhuang. Cuántas veces te dice tu mente: “déjalo, abandona y corre a hacer otra cosa”. Y sin embargo perseveras y te mantienes de pie inmóvil, respirando relajadamente, soportando el dolor físico magnificado por tu mente y sabiendo que todo es impermanente.

Observa el aire en un día ventoso cambiando constantemente de dirección e intensidad. Así es nuestra mente si no la entrenamos. Continuamente cambiando de foco sin profundizar en nada, quedándote en la corteza.

Con la práctica de zhan zhuang te darás cuenta de que no tienes tanta necesidad de distracciones para evadirte. Apreciarás el mantener tu foco en lo que estás codificando.

Serás consciente del gasto energético que ocasionan los cambios de contexto. Decidirás conscientemente cuando es necesario el cambio de contexto y cuando no. Decide cuando un factor externo quiera sacarte de tu foco. Admite como posibilidad la opción de decir “no” y úsala.

Zhan zhuang te permite ver que no puedes hacer las cosas solamente para quitártelas de encima. Debes poner tu energía y enfocarte en cada momento, en cada cosa que hagas.

La razón es muy sencilla. Si no te mantienes presente de modo continuado durante cada sesión de zhan zhuang entonces no podrás aguantar los 30, 60 o más minutos. Se te volverán interminables. Solamente por el mero hecho de estar pensando en acabar la sesión y no querer estar en el momento presente.

Construye este hábito y lo podrás aplicar en las demás situaciones de tu día a día.

El observador

Con la práctica de zhan zhuang pasas muchas horas observando a tu mente y a tu cuerpo. Es tu conciencia la que observa. Entrenas el posicionarte como observador y lo harás cada vez más automáticamente en tu vida diaria.

Observarás tus propios pensamientos. Comenzarás a no creerte todos tus pensamientos como si poseyeran la verdad absoluta. Aprenderás a asignar grados de verdad a cada pensamiento y actuarás basándote en posibilidades.

Veras como algunos sucesos en tu vida ocurren por sí mismos viéndote a ti mismo desde fuera como un actor más del suceso.

En otros sucesos te seguirás dejando arrastrar y perderás esa visión de observador. Pero posteriormente tu conciencia verá cómo la mente ha reaccionado y que ocasionó esa reacción. Es un entrenamiento y aprendizaje continuo.

Al posicionarte como observador podrás ver el suceso desde diferentes perspectivas.

Posicionarme como observador me ha servido para ver las expectativas que tienen los demás sobre mi.

Observa en cada situación que te veas implicado qué expectativas tienen los demás sobre ti. Que esperan que debes resolver.

Cambia la perspectiva y observa ahora qué responsabilidad tienes tú sobre esa situación.

Analiza si hay o no encuentro entre esas expectativas y tu responsabilidad. Acepta el hecho de que no exista ese encuentro.

Vuelve a tu espacio de quietud y sigue trabajando ofreciendo tu mejor versión.

Acepta el hecho de que las expectativas ajenas no se cumplan y vengan a pedirte explicaciones.

Sé impecable en todo lo que hagas y no te sentirás culpable por nada.

Cierre

Estos son los beneficios que he observado por el momento al practicar zhan zhuang y que están relacionados con la productividad trabajando bajo presión. Me he centrado en describir los beneficios mentales. Desde luego que hay otros beneficios físicos. Sin embargo, para nuestra profesión he creído más conveniente contar los beneficios mentales. Los beneficios mentales influyen en los beneficios físicos y viceversa.

Si comienzas a practicar zhan zhuang es posible que observes estos beneficios u otros distintos. Eso dependerá de tu vivencia personal.

No basta solamente con intelectualizar conceptos expresados por otra persona. Tienes que vivir la experiencia. Solo he apuntado para invitarte a ir a un nuevo lugar.

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